Salud integral “Mente-Cuerpo”
Cuando nos encontramos enfermos de algo físico, lo más adecuado parece que es acudir al médico. Ésta es una buena medida si sólo fuésemos un cuerpo físico, sin embargo lo que hacemos es trasladar al médico nuestras preocupaciones y problemas cuando apenas nos conoce y nunca va a saber qué es lo que nos pasa “realmente”.
Le obligamos a estar dilucidando qué síntomas concretos son los que tienes que estén en su alcance curar y qué cosas te estás callando que son las que realmente te han hecho enfermar.
En estas circunstancias, si el médico no sabe lo que en realidad nos pasa, lo único que puede hacer es darte un tratamiento estándar y mandarte unos fármacos que compartes con otras miles de personas más. Pero, ¿acaso es igual tu ardor de estómago que el de otra persona? ¿y tu dolor de muelas?
Cualquiera que pase por un hospital aunque sólo sea ocasionalmente, se dará cuenta que lejos de haber cada vez menos enfermedad como cabría esperar debido a los avances de la medicina, cada vez hay más enfermos y lo que es peor, cada vez hay más enfermedades.
El concepto de enfermedad que tenemos está funcionando en realidad como justificación de la desaforada medicación masiva a la que hemos llegado, y lo importante en medicina son los resultados. A la vista de que los tratamientos actuales no logran frenar la enfermedad, ¿por qué no buscar una solución alternativa?
Emprende un nuevo tratamiento, esta vez definitivo, que contemple todas tus diferencias individuales, tus problemas y tus inquietudes, y que a la vez logre unificar todos los conceptos de que estás compuesto “Cuerpo – Mente – Espíritu”.